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El potencial de la prolactina

Prolactin potential.

Reproducción | 1 de Junio de 2014

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Reproducción 2014;6:175-176.


Dr. René Jaime Toro Calzada
Ginecoobstetra, biólogo de la Reproducción.
Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia, Hospital General Tacuba, ISSSTE.

Corrrespondencia:

Lago Ontario 119, Col. Tacuba, México, DF.

Resumen

La prolactina fue descubierta en 1928; es una hormona polipetídica que toma su nombre por su acción estimuladora de la lactancia. Es una hormona muy versátil, con acciones en diversas áreas: lactancia, comportamiento, reproductiva, sexual, metabólica, inmunológica, etcétera. La función reproductiva es de las más estudiadas, aunque su influencia va más allá. Es producida por el lactotropo, las neuronas, la próstata, la decidua, el epitelio mamario, la piel y las células de la inmunidad.

Hay mucho por investigar respecto al papel de la producción de la prolactina extrahipofisiaria y de su control autocrino-paracrino, así como el papel que tienen las variantes de sus receptores.

Es parecida, estructuralmente, a las citocinas y tiene un papel importante en modular la respuesta inmunitaria; esto por tener receptores PRL-R en todas las membranas de las células de la inmunidad.

En el área sexual se sabe del pico sostenido después del clímax, en hombres y en mujeres, por lo que la prolactina ejerce influencia en lo sexual y en lo reproductivo para el inicio del embarazo.

La hiperprolactinemia se ha asociado con la obesidad, la disfunción endotelial y el perfil de riesgo cardiovascular, como resultado de sus propiedades vasoconstrictoras. En pacientes perimenopáusicas actúa como factor acelerador de la ateroesclerosis, lo que resulta en hipertensión y endurecimiento arterial. Además, se ha demostrado la existencia de receptores de prolactina en macrófagos de las placas de ateroma de la carótida.

La prolactina participa en la respuesta antitumoral, al estimular la síntesis de IFNγ por células T y NK, con un perfil Th1. Además, estimula la actividad de linfocitos Th2, lo que favorece la progresión de la enfermedad en algunos tipos de cánceres, como glioblastomas, pulmonar, linfoma no-Hodgkin, mamario y de próstata. En el cáncer de mama no se ha dilucidado con certeza su papel como promotor de esta afección.

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